“Entre narrativas
y relatos.

Una reflexión de la práctica docente en
Educación superior en época de lA COVID 19”

Plumas invitadas

Claudia
Sernas
Hernández

Maestra en Diseño y Planeación de la Educación por la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. Es Licenciada en Sociología de la Educación por la Universidad Pedagógica Nacional. Actualmente es docente e investigadora en la Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Las líneas de investigación que trabaja son política educativa en educación superior, educación superior tecnológica, formación docente en educación superior. Ha sido miembro de las Comisiones Organizadoras de Red. KIPUS y Red ESTRADO y ha sido colaboradora en la organización de la Cátedra UNESCO “Cecilia Bravslaky”.

claudiasernas@hotmail.com

Miguel Angel
Rios Olivares

Licenciado en Sociología de la Educación por parte de la Universidad Pedagógica Nacional. Ha trabajado especialmente en la investigación de la aplicación de modelos educativos alternativos de Educación Superior. En su tesis de licenciatura analizó el modelo de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México como una alternativa de educación inclusiva.

miguelrios@live.com

Introducción

En México, la educación en todos sus niveles, ha tenido que enfrentar nuevos retos, a partir de la llegada de la Covid-19, se han suspendido las actividades presenciales en las Instituciones de Educación Superior y ha emergido la educación virtual como una alternativa de formación. En este sentido, los docentes de la Universidad Pedagógica Nacional, específicamente de la Licenciatura en Sociología de la Educación nos dan a conocer desde una reflexión significativa y un escenario de pandemia, su paso por la educación virtual y nos relatan, cómo enfrentaron los retos del uso de las tecnologías, así como, las nuevas formas de convivencia con los alumnos para seguir formando cuadros profesionales en un contexto adverso.

TRAN MAU TRI TAM

En la actualidad, enfrentamos procesos económicos, políticos, sociales y culturales determinados por un sistema global que ha derribado fronteras territoriales y por medio de los medios de comunicación han construido arbitrarios culturales en casi todos los países de América Latina, asegurando la homogeneización de una cultura dominante que ha permeado en casi todos los rincones de nuestros países.

En este contexto, ha emergido un nuevo actor y asesino de masas que ha evidenciado, el crecimiento de una crisis a nivel global, un aumento exponencial en la pobreza y la pauperización de las sociedades de los países de América Latina, pero sobretodo, la deficiencia del sector salud para enfrentar a un nuevo virus denominado el SARS-CoV-2 o también llamado COVID-19 que ha puesto en contingencia sanitaria al 90% de los países del globo terráqueo.

Esta pandemia, transformó la realidad de la mayoría de las personas, nuevos términos surgieron como; “distanciamiento social, autoaislamiento y aplanamiento de la curva, pero

también nuevas formas de vida y protección, como el uso de cubre bocas, guantes, caretas, etcétera, con el fin de retrasar la propagación del llamado coronavirus. Sin embargo, una de las acciones más radicales que nos puso en jaque fue la decisión de encierro en nuestros hogares como la medida precautoria más viable para frenar la infección.

Todos estos acontecimientos afectaron de manera directa a una institución que, por siglos, ha sido el espacio en los procesos de reproducción cultural, pero porque no también decirlo, de resistencia de millones de jóvenes que aspiran a terminar una formación profesional; la escuela.

En educación superior, el Consejo Nacional de Autoridades Educativas de México (CONAEDU), emitió diversos lineamientos para las Instituciones de Educación Superior (IES). Uno de ellos fue la suspensión de las actividades presenciales, a partir del 20 de marzo, sin embargo, el regreso es incierto, ya que dependerá de la capacidad de los grandes laboratorios para elaborar una vacuna y de los mexicanos para enfrentar con responsabilidad las medidas

precautorias de convivencia.

Esta decisión impactó de manera contundente, tanto a estudiantes como a docentes de la Universidad Pedagógica Nacional, los cuales, no estaban preparados para incorporar de manera inmediata un proceso de enseñanza-aprendizaje que exigía el uso de los medios electrónicos, así como, la planeación y diseño de nuevos programas de estudio para la educación virtual, tal como lo comenta uno de los profesores entrevistados.

(…) Como profesor, no estábamos acostumbrados a utilizar las tecnologías como herramientas didácticas, imagínate entonces lo que significó para mí tener que aprender a utilizar el Zoom o el Classroom, además, los programas de estudio estaban diseñados para clases presenciales, lo cual constituyó un grave problema, al tratar de aplicarlos a la educación virtual.

Emergió como una alternativa el uso de la educación virtual, pero también, se evidenció las condiciones inexistentes del uso de los recursos digitales de algunos estudiantes y se remarcó la desigualdad e inequidad de muchas familias mexicanas que no cuentan con las condiciones de infraestructura que se requieren para sostener la formación profesional de los estudiantes en tiempos de contingencia.

En el caso de los estudiantes de la Licenciatura en Sociología de la Educación, se constató en una investigación realizada por la Coordinación de la Universidad que el 76% de los

estudiantes encuestados tienen una computadora en su casa, pero sobresale que el 55% no cuentan con ninguna herramienta digital para poder seguir sus estudios.

También se confirmó que más del 70% de los jóvenes encuestados, comparten su computadora con varios integrantes de la familia, así como, el uso del internet, lo cual repercute en la calidad de la conectividad. Otro dato interesante, es que el 45% no cuenta con un espacio físico para trabajar las sesiones, condiciones que los docentes tendrán que adaptar a sus nuevas condiciones en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Ante este escenario, los docentes de la Licenciatura en Sociología de la Educación, reflexionaron y se deconstruyeron para enfrentar un contexto que exigió la continuidad de su actividad docente bajo la modalidad virtual, para lo cual, no estaban preparados, pero (que) los reconstruyó en la implementación de nuevas formas didácticas. Esto, según sus relatos, los llevó a conformarse como sujetos más flexibles y empáticos con sus estudiantes en un contexto enmarcado por una pandemia que exigía profesores más críticos, reflexivos, capaces de establecer nuevas formas de comunicación con jóvenes que se enfrentaban a un sistema distinto de educación y porque no decirlo de exclusión.

Abordaje teórico-metodológico de la investigación

En el contexto de la pandemia, los docentes de la UPN enfrentaron nuevos retos que les exigirán una reconstrucción de su quehacer académico.

Distribución de alumnos con computadora propia por Licenciatura
Licenciatura Si % No % Total %
Sociología de la Educación 76 58 55 42 131 100

Fuente. Realización con datos del Informe del área 1. Universidad Pedagógica Nacional, Ajusco. (2020)

La UNESCO (2020), quien monitorea en este momento el impacto de la COVID-19 en la educación a nivel internacional, realizó una serie de recomendaciones para todos los niveles educativos. En educación superior, planteo: a) la continuidad formativa con equidad; b) El diseño de medidas pedagógicas para evaluar de manera formativa y el apoyo de los aprendizajes a estudiantes vulnerables; c) establecer nuevas formas de educación y escalar a la digitalización, la hibridación y el aprendizaje obicuo, es decir, los profesores deberán facilitar los caminos pedagógicos para que los estudiantes construyan un significado y sentido de sus proyectos académicos de manera más autónoma, con una conciencia crítica, capaz de cuestionar su entorno social, en este sentido el aprendizaje de habilidades socio-emocionales interpersonales, tales como la relación con uno mismo, el autoconocimiento, la capacidad de resiliencia y la autorregulación deben cobrar relevancia y centralidad en los procesos de la educación actual.

Una de las características esenciales de los profesores ante este nuevo escenario, es la reconstrucción de su práctica docente a partir de un trabajo de reflexión que les exigía nuevas formas de enseñanza. En este sentido, autores como Dewey (2012) y Schon, (1983, 1987) establecen que él docente reflexivo y empático se da a partir de una auto reflexión del contexto que se vive, se transforma y se adapta a las nuevas necesidades de una educación que demanda reconocimiento del uso de las tecnologías, así como la empatía con una población cada vez más vulnerable ante un contexto cambiante y desastroso como el que vivimos en la actualidad. El docente universitario se convierte entonces, en un punto clave de trasformación que enfrenta retos en la formación de cuadros profesionales. Los estudiantes

requieren de nuevas formas didácticas en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en las relaciones sociales que se constituyen dentro de los nuevos espacios escolares virtuales.

La noción de un docente reflexivo y no técnico comienza a establecerse como necesario. En la literatura se reconoce el ejercicio del pensamiento reflexivo en la escuela pragmática de John Dewey, así como en la filosofía de Kant, el pensamiento de Freire y la Teoría Social de Habermas, Sin embargo, es Schon (1983, 1987) quien establece que el docente debe ser un sujeto comprometido, responsable y autónomo en la toma de decisiones, el cual aprende continuamente de sus experiencias y reconstruye su propia experiencia a través de la constante introversión, ya que aquellos que no reflexionan sobre su ejercicio docente de alguna forma aceptan la realidad cotidiana de sus escuelas y se sumergen en procesos repetitivos que los envuelven en procesos de reproducción.

Según Dewey, los docentes no reflexivos se constituyen en lo individual y colectivo, sus relaciones se conforman de manera tradicional y las cosas se hacen como siempre, es decir, son estatutos impuestos y aunque, las realidades son cambiantes, las formas de solucionarlas siguen siendo las mismas. En el caso contrario, el autor define la acción reflexiva como “la acción que supone una consideración activa, persistente, cuidadosa de toda creencia o práctica a la luz de los fundamentos que la sostiene y de las consecuencias a las que conduce” (Dewey en Kenneth, 2012, p. 76).

En esta acción reflexiva, el profesor realiza un diagnóstico del contexto y del tipo de estudiantes que va a atender y de

Una de las características esenciales de los profesores ante este nuevo escenario, es la reconstrucción de su práctica docente a partir de un trabajo de reflexión que les exigía nuevas formas de enseñanza.

manera subjetiva enfrenta con emoción y pasión las adversidades que se le presenten, para ello es necesario que el sujeto decida tener una apertura intelectual en donde se abra a las posibilidades de nuevas alternativas de enseñanza, que constantemente se auto evalúen y se pregunten constantemente porqué hacen lo que hacen en el salón de clases o en la actualidad en un espacio virtual.

El itinerario metodológico de la investigación, se sitúo en la perspectiva cualitativa, por lo cual se optó por una investigación exploratoriainterpretativa, con el fin de buscar la realidad desde el punto de vista de los sujetos y el significado que proviene de su interpretación como una forma de construir la realidad desde la subjetividad y como una experiencia vivida. Buscar y comprender en los informantes las percepciones y reflexiones que construyeron y deconstruyeron su quehacer académico en un contexto inseguro y ambiguo. Según Denzil y Lincon:

[…] la investigación cualitativa es una actividad situada, que ubica al observador en el mundo. Consiste en una serie de prácticas materiales e interpretativas que hacen visible el mundo y lo transforman […] implica un enfoque interpretativo y naturalista del mundo, lo cual significa que los investigadores cualitativos estudian las cosas en sus escenarios naturales, tratando de entender o interpretar los fenómenos en función de los significados que las personas les dan (Denzin y Lincon ,2011: 48).

Para la recolección de información, se utilizó la entrevista en profundidad conceptualizada como un instrumento de recolección de datos “flexible y dinámica, que se ejecuta cara a cara entre el entrevistado y el entrevistador con el objetivo de que tanto las perspectivas como las experiencias y situaciones vividas por el informante sean comprendidas” (Taylor y Bodgan, 1992:)

Se aplicaron 6 entrevistas en profundidad a profesores de la Universidad Pedagógica Nacional, específicamente de la Licenciatura en Sociología de la Educación, con una guía

estructurada que permitiera explorar la forma en que los sujetos experimentaron, la modificación de su quehacer académico en un contexto de encierro, miedo, angustia, desesperación e incertidumbre, pero siempre con el compromiso de estar presente en la construcción y formación de cuadros profesionales, reflexionando constantemente y redescubriéndose a cada momento. Es presentar una fotografía de sus discursos desde su posición, su realidad y cómo enfrentarán los nuevos retos por venir.

La reflexión de un contexto, las primeras noticias de una pandemia

En México, la COVID-19 representó en la educación superior, la suspensión de toda actividad académica presencial. De un día para otro, se dejó de asistir a los espacios escolares y tanto, los docentes como los alumnos tuvieron que confinarse en sus hogares. Situaciones como incertidumbre y angustia fueron los primeros sentimientos que los docentes entrevistados tuvieron al inicio de la pandemia y se da cuenta de ello en el siguiente relato:

(…) Mi contexto vivido, en un inicio fue vivir una situación de incertidumbre, de angustia en el sentido de qué va a pasar, cómo le vamos hacer. El virus nos tomó de sorpresa, Prácticamente en una semana la universidad estaba cerrada, por mi parte ya no fui a la universidad por los materiales, por el miedo a contagiarme. (Informante 3)

La educación en las primeras semanas dejó de ser una prioridad y la espera del comportamiento del virus en el país fue para los docentes sin duda alguna, preferente. Las clases se suspendieron y las noticias se distorsionaron, pero también en el caso de los entrevistados fueron espacios de reflexión, en donde se plantearon las nuevas formas de enseñanza– aprendizaje que se estaban gestando al interior de las IES.

Es importante que los docentes seamos empáticos, que cuando iniciemos la clase le demos importancia a lo que está sucediendo en su contexto.

Los docentes de la UPN. Adaptándose al uso de las Tecnologías en su quehacer académico

Uno de las transformaciones más significativas en su praxis, consecuencia del confinamiento en el escenario de la pandemia, fue el proceso de enseñanza-aprendizaje de manera presencial a una educación virtual.

En palabras de los docentes entrevistados su trabajo cotidiano se reconstruyó y el uso de las tecnologías desestructuró la clase tradicional – presencial a una interacción con los alumnos de manera distinta, lo cual, los llevó a reconstruirse y a tratar de identificarse con los alumnos no solo en cuanto a sujetos, en tanto unión de subjetividades y conocimientos, sino con la mirada de un “nosotros”.

La labor educativa de estos profesores se transformó desde lo que Freire (1998) plantea como una posición ética, de compromiso, en donde, el profesor construye nuevos saberes tales como: la seguridad, el compromiso, la comprensión, el saber escuchar a los alumnos, la empatía y flexibilidad en un contexto de miedo. Para los profesores de la UPN:

(…) Los docentes tendríamos que convertirnos (no es psicólogos, no en trabajadores sociales, no en capataces) si no ser un apoyo

fundamental, para informar a los alumnos sobre que es el virus, desde la biología, en el caso de primaria, la matemática, la física con los de secundaria, la estadística en el caso de las universidades… es decir usar lo que nos da el contexto y como lo incorporas a ese proceso de enseñanza. (Informante 6)

(. . .) Es importante que los docentes seamos empáticos, que cuando iniciemos la clase le demos importancia a lo que está sucediendo en su contexto. Establecer una relación cordial, desde un hola buenos días, cómo están, cómo está su familia, cómo va la zona donde viven. Esto nos ayuda a identificar su contexto situacional y a realizar un diagnóstico personal de cómo están nuestros estudiantes, mostrar preocupación por ellos y ofrecer acompañamiento durante las clases virtuales. (Informante 2)

Es decir, se debe transformar desde la auto reflexión de la práctica docente, las formas de enseñanza en diversos escenarios, pero que uno de los aspectos más importantes que se deben tomar en consideración son los emocionales, pensando que el enseñar implica más que adiestrar o

GUILLERMO MORENO SANTIAGO

informar, sino un compromiso que se tiene con el estudiante y por qué no, con la misma sociedad.

Algunas conclusiones

Hoy en día y ante un contexto singular, el docente universitario debe ser capaz de enfrentar los retos de una educación que exige la empatía y la flexibilidad, así como el compromiso y la identificación del sujeto en una relación dialógica. Pero sobretodo, la deconstrucción en su quehacer educativo, para así reconstruirse en un docente reflexivo, que se adapte a las nuevas formas de enseñanza virtual pero que defienda la educación presencial, como un proceso de relaciones sociales de aprendizaje, como se menciona en el siguiente relato:

(…) Esta nueva relación socioeducativa, responde al contexto actual, pero se tiene latente en que esta modalidad de enseñanza virtual no será la definitiva, se tiene que regresar a las aulas, porque es la forma en cómo se dan las relaciones sociales y se construyen a sujetos más críticos y empáticos con su entorno (informante 2)

Es por ello que, en la actualidad, el profesor requiere de una sistematización auto-consciente y reflexiva de sus formas de enseñanza para poderlas transformar. La identificación de su población y la adaptación a las necesidades de los otros, requiere que estos sujetos profesionales incorporen nuevas herramientas cognitivas y sensitivas en su quehacer educativo, con el fin de que en la dualidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, busquen nuevas alternativas para enseñar a sujetos permeados por escenarios de ambigüedad.

Fuentes de consulta
  1. Denzin & Lincoln (2011). Introducción General. La Investigación Cualitativa Como Disciplina y como Práctica (Extractos. México: Gedisa.
  2. Dewey, John (1989). Cómo pensamos. Nueva exposición de la relación entre pensamiento reflexivo y proceso educativo. Barcelona, Paidós.
  3. Freire, P. (2011). Política y educación. (6ª reimpresión). México: Siglo XXI.
  4. Freire, P. (1998). Pedagogía de la autonomía. Saberes necesarios para la práctica educativa. México: Editorial Siglo XXI
  5. García-Retana, José Angel (2015). Compromiso y esperanza en educación: Los ejes transversales para la práctica docente según Paulo Freire. Revista Educación, vol. 40, núm. 01, 2015. Universidad de Costa Rica
  6. Kenneth M, Zeichner Kenneth (2012). El maestro como profesional reflexivo. la Universidad de Wisconsin; Madison (EE.UU.). Revisado en https://www.practicareflexiva.pro/wpcontent/uploads/2012/04/Org-El-maestro-como-profesionalreflexivo-de-Kenneth-M.-Zeichner..pdf Londres.
  7. Schon D.A (1983). Las practicas reflexivas. New York: Libro Básico
  8. Schön, D. A. (1987). Educating the reflective practicioner. San Francisco: Jossey-Bass.
  9. Steiner, K. (2014). Las entrevistas en Investigación Cualitativa. Madrid: Morata.
  10. Taylor,S.J. Bogdan, R.-Introducción a los métodos cualitativos en investigación. La búsqueda de los significados.Ed.Paidós, España, 1992-Pág-100 -132 https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-53102899.
  11. Villalobos, José, de Cabrera, Carmen M. (2019). Los docentes y su necesidad de ejercer una práctica reflexiva. Revista de Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales [en línea] 2009, (enero-junio): [Fecha de consulta: 15 de marzo de 2019] Disponible en:http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=65213214008 ISSN 1316-9505
  12. Zeichner, K. (1993). “El maestro como profesional reflexivo”, Revista de ¨Pedagogía. Núm. 220.